Mi historia empieza a fines de Mayo del 2007 en Antofagasta (zona minera norte de Chile), allí la gastritis crónica que padecía desde el 2002 se agudiza, por esta razón regreso a Santiago de Chile para tomar mi vuelo de retorno a Lima (Perú).
En Lima, de inmediato visito al gastroenterólogo que me receta los medicamentos necesarios y me dice que vuelva en un mes, el tratamiento no dio resultado y tenía mareos, nauseas, vómitos y una depresión terrible. Los primeros días de Julio regreso al consultorio, el médico me propone un cambio de medicinas y esperar mejores resultados pero yo no acepto su propuesta, en vez de ello le solicito otro tipo de evaluaciones, me dice no ser necesarias pero yo insisto. Me hacen análisis de sangre que regresan normales y una ecografía de abdomen alto que diagnosticó una formación quística de cabeza de páncreas.
Para confirmar este resultado me realizan una tomografía computarizada, esa noche no pude dormir recordando que mi hermano de 30 años (1990) y mi padre de 72 (1992) murieron con cáncer de páncreas, y mi madre de leucemia linfática (2006). A pesar de ello tenía la esperanza que la tomografía me fuera favorable, pero lamentablemente el diagnóstico fue una tumoración en la cabeza de páncreas. Era Julio del 2007, hacía poco había cumplido 59 años y mi nietecita Anika tenia pocos días de nacida, su llegada había llenado de alegría a la familia y en mi realizo un milagro: anulo el pensamiento negativo de la muerte, tal vez cercana, y lo cambio por las ganas de vivir y la esperanza de encontrar la ayuda que me permitiera salir adelante. Ese día empezó mi búsqueda en Internet, escribí a varias instituciones relacionadas al tema del cáncer de páncreas, estoy muy agradecido con ellos por su valiosa ayuda. Aprendí que este cáncer tiene varios estadios, varios tipos de tumores y que la cirugía Whipple es la mejor posibilidad de cura.
Sabiendo a que me enfrentaba, decido realizarme más exámenes y el resultado fue el mismo. Esto fue definitivo, busco en la Web a los cirujanos especialistas en páncreas, una amiga médico me orienta para realizar los trámites necesarios para el ingreso al área de oncología de un hospital en Lima, la oncóloga después de ver mis exámenes me deriva a cirugía para que hagan un Whipple. En la Internet había leído que era una operación complicada y larga, por esta razón el cirujano escogido necesitaba como requisito indispensable: la experiencia de haber realizado varias cirugías Whipple, visito su consultorio y allí una paciente me dice que ella tenía 5 años de operada, ahora me sentía mas tranquilo porque mi búsqueda llegaba a su final.
Después de varios días de evaluaciones, ingresé a la sala de cirugía el 3 de septiembre del 2007, la cirugía duro 8.5 horas, gracias a Dios todo salió bien. Han pasado 2.5años, ahora tengo otro nietecito, Julián, una razón más para vivir y ser un agradecido de Dios, solo espero que mi historia sirva de ayuda a todas aquellas personas que se encuentren pasando momentos difíciles por estar diagnosticados o ya padezcan esta terrible enfermedad, a todos ellos y a sus familiares les pido por favor: no decaigan, nunca pierdan la esperanza, busquen ayuda y luchen, no permitan que ella los destruya. Gracias a mi cirujano y su equipo de asistentes y a todas aquellas personas e instituciones que hicieron posible que mi historia haya llegado hasta aquí, también agradezco por siempre a Pancreatic Cancer Action Network por darme la oportunidad de llegar a todos ustedes.